LO BÁSICO: DESCORCHE

LOS PRINCIPIOS QUE DEBEMOS SEGUIR PARA EL DESCORCHE

La semana pasada durante una reunión, comentamos en un grupo de amigos los precios de las botellas de vino en las tiendas, las de autoservicio y las especializadas, aún con diferencias de opinión, los que tiene más capacidad de adquisición no tuvieron problema en decirme que el precio es poca referencia cuando hablamos de la calidad de vino que a ellos les gusta; muy respetable claro está, pero en algún momento uno de ellos sacó a la plática el hecho del precio del vino en los restaurantes.

Esto nos llevó a una nueva y totalmente diferente argumentación; en los restaurantes están veraderamente locos¡¡¡, los precios por una copa, o por una botella en algunos casos son ridiculos, exagerados, "con lo que pagas por una copa compras una botella de un buen vino", se dijo. Claro que me ha pasado, al pedir la carta de vinos, uno que anda en estos menesteres, te das cuenta que se ha convertido en un caso de limitación para el consumo, o una gran oportunidad para presumir (ya saben, no explico más). En fin el caso es que el descorche es un excelente tema, ya que otra opinión vertida fue el hecho de llevar nuestro propio vino al restaurante. Porque no? es posible por supuesto pero debemos cumplir con ciertas reglas o principios, me explico:

El descorche a veces es un juego dificil de jugar, aunque parece simple. El cliente es el que tiene éste privilegio, y es realmente nuestro privilegio, el poder llevar el vino y disfrutarlo en el restaurante que nos sea favorito, y el restaurante como consecuencia espera el pago de una cuota, básicamente por el uso de cristalería, lavalosa, y la pérdida de ingreso. Asi de simple no?. Bueno no siempre.

Un ejemplo es aquel cliente que piensa que es su derecho inalienable el llevar su propio vino, y esta no es la manera correcta de empezar. El restaurante es un negocio, y en éste, parte de su negocio es tener clientes contentos, y obtener ingresos como resultado, pero existen clientes que demandan demasiado. Si no quieres tener una muy desagradable discución con el capitán del lugar, por que no ir a otro lado donde te acepten con tu botella, y satisfagan tus deseos.

Si quieres llevar tu propio vino al restaurante, sigue estas pequeñas recomendaciones para que te sea más facil lograr que te acepten en el restaurante de tu elección. El descorche es una cortesía que el restaurantero extiende para permitirnos enriquecer nuestra experiencia con ellos. No debemos abusar de ella. No tratemos de abusar del descorche con el afán de ahorrarnos algunos pesos.

1. Pregunta Siempre

 Muchos restaurantes ofrecen descorche a sus clientes, pero a veces con ciertas limitaciones. Por ejemplo si quieres llevar una botella que existe en su carta, por tanto seguramente no te permitiran acceder a el servicio.

2. Averigua la politica por adelantado.

Saber si existe limitaciones, como en el punto anterior, o en cuanto al número de botellas que un grupo puede llevar, estar de acuerdo con la cuota correspondiente. Es responsabilidad del cliente saber todas estas cosas antes de llegar al restaurante, así que si llamamos el día anterior tendremos seguridad..

3. Estar de acuerdo con la tarifa, o ir a otro lado.

El precio debe ser algo con lo que te sientas a gusto. Existen descorches desde $20.00 por persona hasta $1,000.00 la botella. Es un rango muy amplio, en ambos casos el cargo debe ser correspondiente con el tipo de servicio que recibiremos.

4. No escatimes en negociar en condiciones especiales

Solamente en ocasiones raramente especiales, alguna presentación con clientes por ejemplo; así que pregunten al restaurante si se cobrará por botella o por persona, y selecciones el mejor precio para ustedes.

5. Propina generosa.

El dinero que pagas por el descorche va directo al restaurante, no al mesero; Mientras te has podido ahorrar unos pesos durante la cena, el mesero es probable que quede corto al final, ya que el vino no formará parte de la cuenta. Adiciona a la propina un poco del dinero que te ahorraste. En buen Karma

Disfrutemos de deliciosos manjares en nuestros restaurantes favoritos, con los vinos que más nos gustan. Hásta la próxima CHUPANDO que es gerundio.